Una definición de tiempo es un periodo determinado durante el que se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento.

¿Le dedicas el tiempo que se merecen a tus amigos, a tu pareja, hijos, etc.? Muchos nos quejamos durante toda nuestra vida de no tener tiempo para nuestros amigos, pareja, hijos… La vida que llevamos está basada en el trabajo y todas esas tensiones no nos dejan disfrutar de nuestro tiempo.

Dejamos de hacer muchas cosas que nos aportan felicidad para mañana y en ocasiones el mañana nunca llega. Necesitamos tiempo.

 

Pero no solo pasa esto en las familias, también pasa en las Escuelas Infantiles porque nos ponemos rutinas y actividades sin descansar y con un tiempo limitado y muchas veces queremos ser exhaustivos con ese tiempo y dejamos de lado el observar qué necesitan los niños y las niñas, no tenemos en cuenta que los tiempos y los ritmos de la infancia son distintos a los de los adultos. Hay veces que estamos en la asamblea y los niños nos están comunicando con su cuerpo que necesitan correr, saltar, jugar… o nos vamos al taller y no están concentrados en la actividad, porque necesitan otra cosa, ¿Por qué no podemos cortar esa actividad y escucharlos?

 

Los niños y niñas no necesitan que estemos jugando con ellos el 100% si se sienten seguros y los materiales con los que están jugando cubren sus necesidades.

 

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Tenemos que reflexionar sobre nuestro ritmo de vida, darnos cuenta y evaluar a qué le dedicamos el tiempo. Reflexionar sobre si incluimos a nuestros hijos/alumnos en nuestro loco ritmo de vida y por supuesto ver si respetamos sus ritmos y les dejamos el tiempo necesario.

Si cada día utilizamos un momento para pararnos y observarlos a ver cómo juegan, ver sus necesidades y, ¿por qué no? jugar con ellos, donde ellos lleven el timón.

Los niños y niñas no necesitan que estemos jugando con ellos el 100% si se sienten seguros y los materiales con los que están jugando cubren sus necesidades. Si a un niño de un año le damos un puzzle de diez piezas su juego será cualquier otra opción que no sea hacer el puzzle (chupar, meterlo en un recipiente…), opción que nos molesta porque no lo está usando con la finalidad para la que está construido y olvidamos que hace eso porque no está interesado o preparado para ese tipo de juego y él lo que busca son otras opciones. En cambio si se lo damos a un niño que ya esté preparado para ese tipo de actividad se puede entretener hasta conseguirlo.

Con todo esto quiero decir que si dedicamos un poco de tiempo a observar las acciones, juegos, necesidades y creamos un buen ambiente el niño cada día será más autónomo en su juego, lo único que tendremos que hacer es ir proporcionándole los instrumentos para el desarrollo de todas sus capacidades.

Cuando preparamos una actividad para ellos debemos prever el tiempo de preparación, ya que no es lo mismo que un niño entre a una sala donde está todo preparado que lo tengamos que preparar con ellos, ya que todo esto crea estrés.

El tiempo de juego sería bueno que dependiera de ellos para que cubrieran sus necesidades. Tenemos que tener en cuenta que habrá días donde estarán más motivados y otras veces menos. Para ello podemos tener un as en nuestra manga y es tener algo guardado y sacarlo poco a poco para mantener su atención o hacer un cambio de actividad.

Por último hay que tener tiempo para la recogida, sería bueno que fuesen partícipes de la recogida y limpieza dentro de sus posibilidades.

Para terminar me gustaría citar una frase que leí por las redes que dice «El mejor maestro es el tiempo. Incluso sin que hagas preguntas te da la mejor respuesta».

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